Del cielo al infierno sin escalas, gentileza de Rogelio. Funes Mori tuvo en sus pies la miel de los tres puntos, pero falló en el peor momento y en la réplica el dulce viajó al arco del frente. Julio Barraza no la dejó pasar: él sí le acertó a la red. 1 a 0 ¡Bomba! Argentinos sepultaba las ganas de River de ser líder, las ganas de ser campeón. Ni que hablar pasados los 80', cuando Pablo Hernández (tucumano capitán y figura del duelo) dejó solo al bueno y hasta ayer ignoto de Rodrigo Gomez; El pibe también pagó y el 2-0 fue sorpresa pura.
El último de la tabla venció al candidato, al grande, y lo amargó justo en la previa del día en que el líder Newell's tendrá todo para quedar a las puertas del título. Por eso se agarra la cabeza River, mastica bronca. La gloria pudo ser, pero la dejó pasar, y el equipo se estancó en 29 puntos, a tres de la "lepra", que de ganar estirará la ventaja a seis, con nueve puntos en juego.
Pero, así como la matemática le da la espalda a Núñez, se pone de lado del "bichito": le sacó cinco puntos a Independiente en la tabla del promedio, y prácticamente quedó afuera de la discusión del descenso.
Arde Avellaneda entonces. Es que si en la fecha que viene Quilmes vence a Arsenal, Argentinos a San Lorenzo y el "rojo" no le gana a River, el equipo de Miguel Brindisi no tendrá escapatoria, y perderá la categoría a dos fechas de la finalización del Final.
Habrá que esperar entonces. Los números coparán la parada y dictaminarán sentencia. Ayer Argentinos sacó chapa para quedarse en Primera, puso en la cuerda floja al "diablo" y le cortó las alas de gloria a un River que jamás supo a qué jugaba. Pecó feo y perdió puntos que, ya pinta, serán irrecuperables.